martes, 16 de diciembre de 2008

El telescopio de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, otra vez en movimiento

REAPERTURA El Observatorio había dejado de funcionar en 2003 por problemas de presupuesto, técnicos y de logística. Este año, reinició sus actividades con observaciones de prueba, y en 2009 se pondrán en marcha diversos proyectos de investigación. [12.12.2008]
El viernes 12 de diciembre se llevó a cabo un acto para relanzar la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Este predio de la UNC fue proyectado en 1908 por el entonces director del Observatorio de Córdoba, Charles Dillon Perrine y puesto en funcionamiento casi tres décadas después. “Fue ideado para ser el más grande del hemisferio sur en su tiempo y dio comienzo al estudio de la Astrofísica en la Argentina. Esta disciplina encara el estudio del universo desde el punto de vista de la estructura de las estrellas, las galaxias y la composición química”, explicó el actual director Emilio Lapasset, durante el discurso que brindó en las instalaciones de Bosque Alegre. La Estación Astrofísica se encuentra a 1250 metros del nivel del mar y su cúpula principal alberga un telescopio con un espejo principal de 1.54 metros de diámetro. El aparato de observación tiene adosado un espectrógrafo multifunción de origen ruso que se instaló en los ’90. Según explicó la astrónoma Mercedes Gómez, encargada de uno de los proyectos que se llevará a cabo en el lugar a partir del año que viene, este telescopio es un instrumento muy versátil que permite diferentes formas de observación ya que toma imágenes astronómicas diversas y efectúa espectroscopía (descompone la luz en sus componentes). “El espectro es la descomposición en longitud de onda de la radiación proveniente de las estrellas. Cada color muestra los diferentes componentes de las formaciones y así se puede saber, por ejemplo, la composición química de la estrella”, describió Gómez. A lo largo de su historia, este predio pasó por períodos de funcionamiento y cese de actividades. “La época más dinámica fue desde su inauguración, en 1942, hasta los ’80. En esos años, tuvo un papel muy importante en el mundo de la astronomía nacional e internacional, a partir de la producción de catálogos, descubrimientos y diversas contribuciones a la disciplina”, relató Lapasset. Como consecuencia de problemas técnicos, de presupuesto y logísticos, la estructura no se ponía en marcha desde 2003, según apuntó el director del Observatorio. La superación de estos inconvenientes hizo posible su puesta en marcha. “Es un telescopio mediano pero muy útil para proyectos científicos de importancia”, manifestó. La refuncionalización de este instrumento es fundamental para la comunidad de astrónomos ya que tendrán disponibilidad de tiempo para su uso. “Permitirá llevar a cabo programas de largo aliento como los estudios de variabilidad temporal de objetos celestes que requieren muchas observaciones. También, hará posible buscar nuevos objetos o estudiar los ya conocidos, actividades que demandan tiempo en telescopio”, dijo Gómez. Asimismo, el predio de Bosque Alegre cumplirá un papel fundamental como observatorio escuela. “Aquí, recibirán entrenamiento los estudiantes de licenciatura y doctorado de Astronomía, de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física”, adelantó.

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