jueves, 29 de octubre de 2009

Europa hará un censo de estrellas con una precisión sin precedentes

Mucho ha llovido desde que el griego Hiparco realizara el primer catálogo estelar, allá por el 129 a.C. Con la única ayuda de sus ojos, Hiparco registró de modo sistemático la posición y brillo relativo de unas 1.000 estrellas. En los siglos siguientes muchos filósofos y científicos, como la tan de moda Hypatia de Alejandría, demostrarían la necesidad de los mapas estelares para navegar y harían avanzar la ciencia de la astronomía de posición, hasta que en el siglo XVI Tycho Brahe logró revolucionar el campo con la precisión de sus observaciones -las que permitieron a Johannes Kepler postular que los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor del Sol-. Ahora, con el telescopio Gaia de la Agencia Europea del Espacio (ESA), se avecina una nueva revolución.

La posición y el movimiento de las estrellas nos aporta información muy valiosa sobre la historia de su formación -si fueron capturadas por otras galaxias, por ejemplo-, y sobre la distribución de la materia en nuestra galaxia. En 1989 el satélite de la ESA Hipparcos, en órbita terrestre, inauguró la era de la astrometría espacial. La astrometría es la ciencia que estudia la posición y movimientos de los objetos estelares. Hipparcos realizó durante varios años múltiples mediciones que permitieron, tras una ardua labor de procesado de datos, crear un nuevo catálogo astrométrico con 100.000 estrellas, 100 veces más preciso que los anteriores.

Pero los astrónomos piden más. Con la misión Gaia, que se lanzará en 2012, la astrometría dará otro paso de gigante. Gaia logrará una precisión del orden de 20 microsegundos de arco (equivalente al ángulo creado por una moneda de un euro sobre la Luna vista desde la Tierra). Se puede consultar (en inglés) la información sobre esta misión en esta página web de la ESA.

Medir 1.000 millones de estrellas

Para poder realizar su misión Gaia viajará a un punto virtual en el espacio -el segundo punto lagrangiano- situado a 1,5 millones de kilómetros y donde la gravedad de la Tierra y el Sol se combinan de tal forma que los satélites pueden quedar como colgados en el espacio. El ambiente ahí es mucho más estable del que se podría alcanzar en la superficie terrestre o incluso del que gozó Hipparcos. Una vez alcanzada su órbita operacional, Gaia comenzará a barrer el cielo concienzudamente, dando una vuelta sobre sí mismo cada seis horas y registrando la posición de los objetos que entren en el campo


Evolución de la astrometría: Hiparco, en el 129 a.C., realizó mediciones con 1º de precisión (el ángulo equivalente a la altura de una persona a 100 metros de distancia). Tycho Brahe fijó las posiciones estelares con incertidumbres del orden del minuto de arco (la altura de una persona a cinco kilómetros de distancia). El satélite Gaia llegará hasta unos 20 microsegundos de arco de precisión (el ángulo creado por una moneda de 1 euro sobre la luna vista desde la Tierra).- ESA

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad

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