sábado, 2 de julio de 2011

Termina una era: la NASA lanza el último transbordador espacial

El próximo sábado marcará el fin de una era en el campo de las exploraciones espaciales. Despegará el Atlantis y ya nunca más volverá a volar un transbordador con sus características. El siglo XXI será el de MPCV, nave que planea llegar a Marte. Más allá del cielo que se divisa desde el suelo existe otro mundo. Un mundo de naves, objetos que flotan en el aire sin fuerza de gravedad, técnicas de ingeniería de alta gama y personas que, literalmente, pasan su día volando en el espacio. Personas que por 30 años han atravesado la bóveda celeste en los llamados transbordadores espaciales. Primera nave reutilizable y también la primera capaz de poner satélites en órbita, los STS (Space Transport System) fueron creados por la NASA en la década del 70 para hacer realidad el sueño de construir y mantener una estación espacial. El primer vuelo lo realizó el Columbia en 1981. leer masCon la Estación Espacial Internacional en marcha -se encuentra en órbita a 360 kilómetros de altura- y una flota de cuatro transbordadores donde viajaron más de 355 astronautas, la NASA se apronta a vivir un punto de inflexión en la exploración tripulada. El punto de inflexión tiene su fecha marcada en el calendario: 8 de julio de 2011. Dentro de seis días el transbordador Atlantis realizará su viaje Nº 33. Y a partir de entonces, el único transbordador en operación tras el retiro del Discovery y el Endeavour, abandonará el espacio. La misión STS-135 durará 12 días y estará a cargo de cuatro tripulantes. Al mando irá el comandante Chris Ferguson, quien será acompañado por Doug Hurley como piloto y los astronautas Sandra Magnus y Rex Walheim como especialistas de misión. La nave en la que viajarán tiene en su haber 4.648 vueltas al planeta Tierra. En la bodega irá un módulo lleno de suministros y piezas de recambio para la ISS (sigla en inglés de la Estación Espacial Internacional), algo que fue planificado al detalle porque a partir de ahora todas las cargas deberán ser enviadas en naves automáticas rusas, europeas y japonesas. De regreso, el Atlantis traerá equipos sobrantes como una bomba de amoníaco que se rompió y necesita una revisión exhaustiva en tierra. LO QUE SE VIENE. Que termine una era no significa que finalice la exploración del mundo más allá del cielo celeste. Ni que Estados Unidos abandone la carrera. Charles Bolden, administrador de la NASA, se ocupó de dejarlo bien claro en una conferencia de prensa realizada ayer. "Como exastronauta que soy, estoy aquí para decirles que el liderazgo estadounidense en la carrera del espacio continuará, al menos, por la próxima mitad del siglo. Sentamos las bases para tener éxito, así que el fracaso no es una opción". La nueva apuesta de la NASA es la nave MPCV (sigla en inglés que significa vehículo tripulado multipropósito), una nave diseñada para viajar a Marte y llegar hasta asteroides, además de llevar astronautas a la estación internacional. De hecho podrá viajar 300 o 400 kilómetros más allá de la ISS. El MPCV, que estará pronto en 2016, podrá transportar a cuatro astronautas en misiones de hasta 21 días y contará con dos nuevos sistemas: el Sistema de aborto, que lo hará diez veces más seguro, y el Módulo de servicio. El Sistema de aborto permitirá tomar el control de la nave y desviarla en caso de que se produzca una emergencia en el lanzamiento -aún permanecen en la memoria de los ingenieros los siete fallecimientos tras la explosión del transbordador Challenger en 1986. El Módulo de servicio contendrá agua, oxígeno y alimentos. Algunos especialistas aseguran que la nueva nave se parece a Orión, que inicialmente iba a sustituir al transbordador espacial para llevar astronautas a la Luna alrededor del 2020, dentro del Programa Constellation. Para alcanzar la órbita, la nave Orión debía emplear el cohete Ares I, pero en enero de 2010 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama decidió cancelar el programa. Algunos consideran que fue la mayor debacle del programa de tripulación espacial estadounidense. El proyecto Constellation había sido creado por George W. Bush. EXPECTATIVAS. La flota de transbordadores será retirada debido a preocupaciones de seguridad y al alto costo operativo para el gobierno de Estados Unidos. Cada vuelo tiene un costo de US$ 1.450 millones. La nueva era también supondrá ceder a empresas privadas la construcción de cohetes que se dirijan a la ISS. Así, la agencia espacial podrá centrarse en el diseño de misiones más complejas y lejanas, como las que se prevé realizar con el MPCV. Además, la NASA trabaja en el diseño de un cohete pesado que será necesario para lanzar la nueva nave. El año 2025 aparece como primera meta. Para entonces, Estados Unidos aspira a que un equipo de sus astronautas apoye sus pies en un asteroide. Y el plan más ambicioso está previsto para 2030: llegar a Marte. Mientras tanto, los vecinos del Centro Espacial Kennedy, complejo de lanzamiento de los transbordadores, se debaten entre tristeza e inquietud. El fin de este programa es un golpe para la economía local ya que desaparecerán unos 27.000 empleos directos e indirectos. Los cinco o seis lanzamientos anuales atraían a miles de curiosos. "Es como perder a un familiar", explica Marcia Gaedcke, presidenta de la Cámara de Comercio de Titusville. Quizá en cinco años reciban a MPCV, el nuevo miembro de la familia. (FUENTES: AFP Y EL PAÍS DE MADRID)

No hay comentarios:

Publicar un comentario