jueves, 9 de mayo de 2013

Átomos exóticos guardan las claves del rompecabezas físico del amanecer del universo

Una representación gráfica del núcleo en forma de pera de un átomo exótico. La forma del núcleo podría dar pistas sobre por qué el universo contiene más materia que antimateria. Crédito de la imagen: Liam Gaffney y Peter Butler, de la Universidad de Liverpool
de University of Michigan / Nature

Un equipo internacional de físicos ha encontrado la primera evidencia directa de núcleos con forma de pera en átomos exóticos.

El descubrimiento podría suponer un paso adelante en la búsqueda de una nueva fuerza elemental en la naturaleza que podría explicar por qué el Big Bang creó más materia que antimateria - un desequilibrio clave en la historia de todo.


"Si en el Big Bang se crearon cantidades iguales de materia y antimateria, todo habría resultado aniquilado, no habría galaxias, estrellas, planetas o gente", afirma Tim Chupp, profesor de física e ingeniería biomédica de la Universidad de Michigan, y coautor de un artículo publicado en la edición de hoy de la revista Nature.

Las partículas de antimateria tienen la misma masa pero carga eléctrica opuesta a la de sus contrapartidas de materia. La antimateria es rara en el universo conocido, pasando rápidamente de la existencia a la no existencia en rayos cósmicos, fulguraciones solares y aceleradores de partículas como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, por ejemplo. Cuando se encuentran, las partículas de materia y antimateria se destruyen o aniquilan mutuamente. Qué causó el desequilibrio materia/antimateria es uno de los grandes misterios de la física.

Los físicos han estado buscando señales de una nueva fuerza o interacción que podría explicar la discrepancia entre materia y antimateria. La evidencia de su existencia se revelaría midiendo cómo el eje de los núcleos de los elementos radioactivos radon y radio se alinea con el spin.

Los investigadores confirmaron que los núcleos de estos átomos tienen forma de pera, y no tanto la forma más esférica de una naranja o elíptica de una sandía. La forma de pera hace que los efectos de la nueva interacción sean mucho más potentes y fáciles de detectar.http://observatori.uv.es

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