lunes, 10 de marzo de 2014

La NASA abandona el Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja

La NASA mantendrá la mayoría de sus programas en marcha, como la promoción de una nave comercial que a partir de 2017 lleve astronautas a la Estación Espacial Internacional y el debut para ese año de un nuevo sistema de lanzamiento y cápsula con la luna como objetivo, a pesar del ligero recorte que la agencia espacial estadounidense sufrirá en su presupuesto para 2015.

Las cuentas de la NASA para el próximo ejercicio fiscal, que en el caso de las entidades gubernamentales de EE.UU. comienza el 1 de octubre, ascenderán a 17.500 millones de dólares. Aunque esto supone un 1% menos que en el ejercicio de 2014, la agencia recibirá 600 millones de dólares más que en 2013, cuando la discusión sobre el déficit de EE.UU. llevó a drásticos recortes del gasto público. Estas cifras están pendientes de la aprobación del Congreso, que ahora se dispone a estudiar el presupuesto federal enviado el martes por la Casa Blanca.


Un telescopio volante
Entre las iniciativas que la NASA no llevará adelante está la construcción de un telescopio aéreo de rayos infrarrojos conocido como Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja. Solo continuará los trabajos en él si el Centro Aeroespacial Alemán, con el que conjuntamente desarrolla el telescopio, aumenta sus aportaciones económicas.
La NASA es el patrocinador principal de este observatorio volante que porta un telescopio de 18 toneladas, montado en la parte trasera de un avión de pasajeros modificado Boeing 747SP.

Volando a una altura de entre 39.000 pies (11.880 metros) y 45.000 pies (13.710 metros), el telescopio explora los cielos en busca de objetos celestes que emiten radiación en longitudes de las ondas infrarrojas, invisibles para el ojo humano.

Un cohete pesado en 2017
La NASA prevé destinar 848 millones de dólares al programa que subvenciona a empresas privadas para que desarrollen una nave que lleve tripulación a la Estación Espacial Internacional, donde ahora, tras la jubilación de los transbordadores, los astronautas estadounidenses son conducidos en naves lanzadas por los rusos.

Mientras la iniciativa privada cubre ese servicio en la baja órbita terrestre, la NASA dedicará 2.800 millones de dólares al nuevo Sistema de Lanzamiento Espacial, con el propósito de lanzar hacia un espacio más lejano un cohete pesado que acompañe a la cápsula tripulada Orion. La meta es un lanzamiento no tripulado hacia el espacio lunar en 2017, y uno tripulado en 2021. Para 2025, el Sistema de Lanzamiento Espacial y la cápsula Onion deberían poder explorar un asteroide «redireccionado».

El presupuesto incluye 1.300 millones de dólares para el trabajo de un nuevo vehículo para la recogida de muestras en Marte, basado en el diseño del Curiosity, que está previsto lanzar en 2020. Habrá 15 millones para comenzar a preparar la misión de un robot con destino a la luna Europa de Júpiter, con lanzamiento pensado para el final de la próxima década.http://www.abc.es/ciencia/

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