lunes, 26 de octubre de 2015

Cometa Lovejoy observado liberando azúcar y alcohol al espacio

Fotografía del cometa C/2014 Q2 (Lovejoy) tomada el 22 de febrero de 2015. Crédito: Fabrice Noel.
El cometa Lovejoy (algo así como alegría de amor) hizo honor a su nombre repartiendo grandes cantidades de alcohol y también un tipo particular de azúcar por el espacio, según dos nuevas observaciones realizadas por un equipo internacional de astrónomos. Es la primera vez que se observa en un cometa el alcohol etilo, el mismo que hay en las bebidas alcohólicas. El descubrimiento es una prueba más de que los cometas podrían haber sido una fuente de moléculas orgánicas complejas necesarias para la aparición de la vida.



"Hemos descubierto que el cometa Lovejoy estaba liberando tanto alcohol como el que hay en por lo menos 500 botellas de vino por segundo cuando alcanza su momento de máxima actividad", afirma Nicolas Biver del Observatorio de París, director del artículo científico publicado en Science Advances. El equipo ha encontrado 21 moléculas orgánicas diferentes en gas procedente del cometa, incluyendo alcohol etilo y glicoaldehído, un azúcar simple.

Los cometas son los restos congelados de la formación de nuestro Sistema Solar. Los científicos están interesados en ellos porque son relativamente prístinos y, por tanto, conservan pistas acerca de cómo se formó el Sistema Solar. La mayoría tienen sus órbitas en zonas frías lejos del Sol. Sin embargo, ocasionalmente una perturbación gravitatoria envía un cometa más cerca del Sol, donde se calienta y emite gases, permitiendo a los científicos determinar su composición.

Algunos investigadores piensan que los impactos de cometas sobre la Tierra primitiva aportaron una reserva de moléculas orgánicas que podría haber ayudado a la aparición de la vida. "El resultado definitivamente apoya la idea de que los cometas pueden transportar una química muy compleja", afirma Stefanie Mila, coautora del estudio. "Durante el Bombardeo Intenso Tardío, hace unos 3800 millones de años, cuando muchos cometas y asteroides chocaban contra la Tierra y aparecían los primeros océanos, la vida no tuvo que empezar sólo a partir de moléculas simples como el agua, el monóxido de carbono y el nitrógeno. En cambio, la vida disponía de algo que era mucho más sofisticado a nivel molecular. Estamos encontrando moléculas con múltiples átomos de carbono. Así que ahora podemos ver dónde empezaron a formarse los azúcares así como sustancias orgánicas más complejas como los aminoácidos, los componentes de las proteínas, o las bases nitrogenadas, las componentes del ADN. Éstas pueden empezar a formarse más fácilmente que si tienen que empezar a partir de moléculas con solo dos o tres átomos".

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