miércoles, 7 de octubre de 2015

Nota :"NASA encuentra agua en Marte, ¡de nuevo!"

Por REMIGIO CABRERA-TRUJILLO
He perdido la cuenta de cuántas veces el agua se ha “descubierto” en Marte. En este caso, los investigadores han detectado sales hidratadas, en vez de agua salada. Pero los resultados son un paso importante para la búsqueda de agua líquida real. Así que ¿qué tan cerca estamos de encontrar agua? Echemos un vistazo a lo que sabemos hasta ahora y el lugar en el que encajan los nuevos hallazgos.
Hielo vs agua líquida. Ya en el siglo XVIII, William Herschel sugirió que los casquetes polares de Marte, que incluso en un pequeño telescopio se puede observar, estaban hechos de hielo o nieve, pero no tenían pruebas. No fue sino hasta la década de 1950 que los datos de los telescopios equipados con espectrómetros analizaron luz del Sol reflejada de la superficie de Marte. Los resultados fueron interpretados como muestra de agua congelada (hielo-agua). Sin embargo, la primera nave espacial a Marte encontró esto difícil de confirmar, pues localizó hielo formado por dióxido de carbono.
En la década de 1970, la atención se volvió hacia el tema de agua líquida en Marte, con el descubrimiento por el Mariner 9 de antiguos canales fluviales que deben haber sido tallados por agua que fluye. Estos sistemas de canales eran evidentemente muy antiguos (de miles de millones de años), por lo que a pesar de que mostraron una abundancia de agua líquida en el pasado, no tenían nada que ver con la existencia de agua en el presente.

Las barrancas y las gotitas. Las cosas se volvieron más interesantes en el año 2000, con el anuncio de que las imágenes de alta resolución de la Cámara del Orbitador de Marte, a bordo de la Mars Global Surveyor, mostraron barrancas de varios metros de profundidad y cientos de metros de largo corriendo por las pendientes interiores de los cráteres. Se sugirió que fueron talladas por el agua que se había escapado de su almacenamiento subterráneo. Tales características tuvieron que ser recientes, con sólo miles de años de edad, pero pronto los cambios estacionales en unos barrancos parecía sugerir que todavía estaban activos hoy en día. ¿Son los barrancos realmente evidencia de agua que fluye? Algunos probablemente lo son, pero hay otras explicaciones, tales como avalanchas de rocas secas o losas de dióxido de carbono congelado deslizándose cuesta abajo.
En 2008, la sonda Phoenix realmente vio agua en Marte. Cuando perforó en la superficie, encontró hielo de agua a unos pocos centímetros hacia abajo. Pero lo más relevante se vio al formarse gotas en las patas de la sonda. Se sugirió que el agua se había condensado alrededor de granos de perclorato de calcio, una sal mineral cuyas propiedades le permite recoger el agua del aire y luego disolverla. Por otra parte, mientras que el agua pura se congela a la temperatura local en el momento (entre -10 y -80 °C en Marte), el agua que contiene suficientes sales disueltas podría permanecer líquida.
¿Filtraciones de agua? En 2011, un nuevo fenómeno fue reconocido en las imágenes de alta resolución del Mars Reconnaissance Orbiter, “zanjas recurrentes” o vetas de descenso oscuros que van y vienen con las estaciones (que duran aproximadamente dos veces más que las estaciones en la Tierra). Por lo general son entre 0.5 a 5 metros de ancho, y no mucho más de 100 metros de largo. Éstas podrían producir las avalanchas de polvo seco, pero la explicación es que el agua se filtra desde el suelo y moja la superficie lo suficiente para oscurecerla, aunque sin fluir en un volumen suficiente para erosionar un barranco.
Lo más destacable de la nueva investigación es que es la primera determinación de la composición de las zanjas. Usaron un instrumento llamado CRISM a bordo del orbitador para analizar la luz reflejada por la superficie de estas vetas. De esta manera, podrían demostrar que contienen sales que son más propensas a ser perclorato de magnesio, clorato de magnesio y perclorato de sodio. Este tipo de sales tienen propiedades anticongelantes que mantendrán el agua que fluye a temperatura fría; además, concuerda con lo que la sonda Phoenix había sugerido en 2008.
Así, no hay señales de que el agua líquida estuviera presente cuando se hicieron las mediciones de la NASA. Los científicos seguramente seguirán buscando en el mismo lugar, con la esperanza de encontrar las características que indicarán agua líquida, en lugar de los indicativos de las sales que quedan después de que el agua se ha secado. Sin embargo, pocos pueden dudar de que las sales fueron puestas allá por el agua que fluye.
Es importante destacar que, con la presencia de agua líquida, viene la posibilidad de vida en Marte. Los investigadores concluyen astutamente al señalar que en las zonas más áridas de la Tierra, como por ejemplo el desierto de Atacama, la única fuente de agua para los microbios es la que pueden obtener de las sales disueltas. Si puede ocurrir en la Tierra, tal vez puede ocurrir en Marte también.https://www.diariodemorelos.com

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