viernes, 9 de diciembre de 2016

El núcleo abultado de Saturno implica que las lunas son más jóvenes de lo que se pensaba

La luna Dione de Saturno (en primer plano) se ve más oscura que la luna Tetis debido a que tiene un albedo superficial menor, tal como se observa en una fotografía tomada por la nave espacial Cassini el 23 de marzo de 2010. En aquel momento Cassini se encontraba a 766 000 kilómetros de Dione y a unos 1.7 millones de kilómetros de Tetis. Crédito: NASA/Jet Propulsion Lab.
Datos recién conseguidos de la misión Cassini de NASA revelan que el núcleo protuberante de Saturno y fuerzas gravitacionales retorcidas ofrecen pistas sobre las edades de las lunas del planeta. Ahora los astrónomos piensan que las lunas del planeta de los anillos son más jóvenes de lo que se pensaba.


El equipo de investigadores ha medido el número de Love de Saturno (la rigidez del planeta) por primera vez y ha confirmado que las lunas se alejan de él a un ritmo mayor de lo esperado. La mayoría de las lunas, incluyendo la de la Tierra, se alejan de su planeta progenitor. Utilizando imágenes fotográficas en negativos de cristal centenarios y observaciones de la nave espacial Cassini, el grupo midió el número de Love (que toma su nombre de Augustus E.H. Love, un famoso matemático británico que estudió la elasticidad) que describe la rigidez de las deformaciones por mareas y el factor de disipación, que controla la velocidad a la que se alejan las lunas.

Aunque Saturno es principalmente un gigantesco envoltorio de hidrógeno y helio líquidos contiene un núcleo rocoso (de unas 18 veces el tamaño de la Tierra), que responde deformándose a las fuerzas de marea de las mayores lunas de Saturno. Las fuerzas del núcleo deformado, a su vez, empujan las lunas alejándolas ligeramente. "Estos dos parámetros - el número de Love y el factor de disipación - son difíciles de separar", explica Tajeddine. Así que los astrónomos detectaron y examinaron las órbitas de cuatro lunas diminutas asociadas con las lunas mayores Tetis (Telesto y Calipso) y Dione (Helena y Pollux). Aunque estas lunas diminutas no afectan a las fuerzas de marea de Saturno sus órbitas sí son perturbadas por las deformaciones por marea del núcleo.

"Monitorizando estas perturbaciones conseguimos obtener la primera medida del número de Love de Saturno y distinguirlo del factor de disipación del planeta", comenta Tajeddine. "Las lunas están migrando mucho más rápido de lo esperado". Así que si las lunas se formaron realmente hace 4500 millones de años, sus distancias actuales del planeta progenitor deberían de ser mayores. Por tanto, la nueva investigación sugiere que las lunas tienen menos de 4500 millones de años de edad, apoyando la teoría de que se formaron a partir de los anillos de Saturno.http://observatori.uv.es/

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