miércoles, 14 de junio de 2017

SOFIA encuentra polvo frío alrededor de agujeros negros activos energéticos

Ilustración de artista del grueso anillo de polvo que puede oscurecer los procesos de mucha energía que se producen cerca del agujero negro supermasivo de un núcleo galáctico activo. Los estudios con SOFIA sugieren que la distribución del polvo es un 30 por ciento más pequeña de lo previsto. Crédito: NASA/SOFIA/Lynette Cook.
Investigadores de la Universidad de Texas han descubierto, con observaciones del observatorio estratosférico para astronomía infrarroja SOFIA de NASA, que el polvo que rodea a los hambrientos agujeros negros activos es mucho más compacto de lo que se pensaba.


La mayoría, quizás todas, las galaxias grandes contienen un agujero negro supermasivo en su centro. Sin embargo, algunos agujeros negros supermasivos son relativamente tranquilos y silenciosos, como el del centro de nuestra Vá Láctea. Pero otros consumen actualmente grandes cantidades de material que está siendo arrastrado hacia ellos, produciendo la emisión de cantidades enormes de energía. Estos agujeros negros activos se llaman núcleos galácticos activos.

Estudios anteriores sugerían que todos los núcleos galácticos activos tienen esencialmente la misma composición. Los modelos indican que poseen una estructura de polvo con forma de dónut, conocido como toro, rodeando al agujero negro supermasivo. Utilizando el instrumento FORCAST de SOFIA, los investigadores observaron las emisiones en el infrarrojo alrededor de 11 agujeros negros supermasivos en núcleos activos de galaxias situados a distancias de 100 millones de años-luz o más, y determinaron el tamaño, opacidad y distribución del polvo en cada toro.

A partir de estas observaciones, los astrónomos han anunciado que los toros son un 30 por ciento más pequeños de lo predicho y que el pico de la emisión en el infrarrojo se produce a longitudes de onda más largas que lo estimado con anterioridad. Esto implica que el polvo que oscurece el agujero negro central es más compacto de lo que se pensaba. También indica que los núcleos galácticos activos radian la mayor parte de su energía a longitudes de onda que no son observables desde tierra porque la energía es absorbida por vapor de agua de la atmósfera de la Tierra.https://observatori.uv.es

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