lunes, 19 de marzo de 2018

Una astrónoma de ESO, seleccionada para un programa de entrenamiento de astronautas

La astrónoma de ESO, Suzanna Randall, está un paso más cerca de cumplir su sueño de convertirse en la primera mujer alemana en viajar al espacio. Ha sido seleccionada para su entrenamiento en la iniciativa Astronautin, cuyo objetivo es entrenar a la primera mujer astronauta alemana y enviarla en misión de investigación a la Estación Espacial Internacional. El anuncio se ha hecho hoy en una rueda de prensa, en la sede central de ESO en Garching, Alemania.


La iniciativa Astronautin se puso en marcha en 2016 para inspirar a las mujeres jóvenes con el fin de que eligieran profesiones relacionadas con el espacio, la ciencia, las matemáticas y la tecnología, y enviar a la primera mujer astronauta alemana al espacio. También utilizará el entorno de microgravedad de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) para estudiar cómo reacciona el cuerpo femenino en ingravidez [1].

Gracias a su formación científica y sus habilidades deportivas, Suzanna Randall ha sido seleccionada como una de los dos candidatos de Astronautin. Nacida en Colonia, con 38 años de edad, estudió astronomía en el Reino Unido antes de doctorarse en astrofísica en la Universidad de Montreal (Canadá). Actualmente Randall trabaja como astrónoma en ESO.

Randall comenzó su carrera en ESO como ESO Fellow (contrato de asociado) y ahora está involucrada en el proyecto ALMA, una colaboración internacional que opera el radiotelescopio más grande del mundo en el desierto chileno de Atacama. ALMA está formado por 66 antenas gigantes que observan en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, y es el observatorio astronómico más potente para el estudio del universo frío y distante [2]. Randall también estudia la evolución de estrellas subenanas azules pulsantes. Ha sido una enamorada del parapente durante muchos años, es instructora cualificada de yoga y disfruta de los deportes de invierno.

Las candidatas a astronauta del programa de formación Astronautin se familiarizarán con el entorno de la ISS y aprenderán sobre los procedimientos y sistemas de a bordo. El programa también implica que los candidatos deberán participar en numerosas actividades altamente exigentes, incluyendo vuelos parabólicos y entrenamientos de supervivencia, de vuelo y de robótica.

Randall explica lo que la motivó a presentarse como candidata al programa Astronautin: "Quiero demostrar que es posible que mujeres normales desarrollen los conocimientos y las aptitudes necesarias para convertirse en astronautas. Y creo que es importante que las mujeres estén representadas en todos los niveles de la sociedad. Huelga decir que las mujeres también trabajamos en el espacio".

A lo largo de los próximos dos años, Randall competirá por el único puesto de la misión con la meteoróloga de 34 años Insa Thiele-Eich. En abril de 2017, Thiele-Eich fue seleccionada para el programa, de entre 400 candidatas, junto con la piloto de Eurofighter Nicola Baumann. Pero después de que Baumann dejara el proyecto, el comité de selección acordó por unanimidad dar el puesto a Suzanna Randall.

"Nos complace que Suzanna Randall pueda incorporarse directamente al entrenamiento con su conocimiento previo como astrofísica", afirma Claudia Kessler, promotora de Astronautin.

Para su entrenamiento, Randall y Thiele-Eich cuentan con el apoyo de la empresa aeronáutica Airbus. La empresa de innovación HYVE, trabaja con Astronautin en una desafiante campaña de crowdsourcing. Juntas, desarrollan ideas y soluciones para financiar la misión espacial de la primera mujer astronauta alemana.

Notas
[1] La Estación Espacial Internacional (ISS, International Space Station) es un satélite artificial habitable que ha sido posible gracias a una alianza entre Europa, Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá. La ISS, de 360 toneladas, cuenta con más de 820 metros cúbicos de espacio presurizado, suficiente para su tripulación de seis astronautas y una amplia gama de experimentos científicos. La construcción de la estación comenzó en noviembre de 1998.

[2] Con una resolución diez veces mejor que la del Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA, ALMA aborda algunas de las preguntas más profundas de nuestros orígenes cósmicos. El enorme conjunto de antenas gigantes se utiliza para el estudio de los componentes básicos de las estrellas, de los sistemas planetarios, de las galaxias y de la propia vida. El observatorio ALMA usa tecnología de vanguardia para lograr sus metas científicas al tiempo que opera en las arduas condiciones de los altos Andes.https://www.eso.org/public/spain/news/eso1807/?lang

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